LA VERDADERA HISTORIA DERTRÁS DEL DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS

27 Nov 2020

LA VERDADERA HISTORIA DERTRÁS DEL DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS

Cada cuarto jueves de noviembre, millones de estadounidenses se reúnen para una celebración que aparece como auténtica y unificadora, pero esconde una historia muy oscura.

Al margen de todas las festividades que se desprenden de los distintos cultos religiosos, el Día de Acción de Gracias es una rica tradición que se mantiene viva en los Estados Unidos gracias a su naturaleza: el Thanskgiving no celebra el nacimiento de ningún Dios, ni siquiera días sagrados de los distintos credos que confluyen entre la población más heterogénea del mundo, sino el sentimiento patriótico de que los Estados Unidos se forjaron sobre la base del trabajo, el esfuerzo y la dedicación de millones de hombres y mujeres que se unieron para demostrar la unión entre distintas clases sociales.

Cada cuarto jueves de noviembre, millones de estadounidenses se reúnen para una celebración que a primer golpe de vista aparece como auténtica y unificadora, por cuanto disuelve las diferencias y reúne en la cena a amigos, familia y seres queridos de todas partes de los Estados Unidos que se desplazan hasta su sitio de origen con tal de festejar con los suyos. Sin importar raza, culto religioso o forma de pensar, se trata de agradecer la unión y sobre todo, enaltecer el nacionalismo estadounidense a través de un discurso multicultural que en la realidad dista de ser aplicable. 

Es Thanksgiving Day es el festejo más importante de Estados Unidos, incluso por encima de la Navidad y el 4 de julio, porque no honra directamente a los símbolos patrios, sino que representa al espíritu con el que se forjó la nación en un intento por unificar. La unión entre indios y colonos es una alegoría poderosa que funcionó para alimentar un nacionalismo basado en el ideal de igualdad y reconocimiento mutuo. La gratitud y validación entre iguales son parte de una ficción histórica que se mantiene como verdad en uno de los países con una distribución en extremo desigual de la riqueza. 

En realidad, los pilgrims (con poca experiencia en el nuevo mundo pero un afán colonizador) no estaban preparados para la crudeza del invierno en América del Norte, ni sabían de los frutos y semillas que se cultivaban en esa tierra. Después de distintos periodos de hambruna, los indios decidieron ayudar a los pobladores de la colonia de Plymouth y ofrecieron alimentos e instrucción para cazar, recolectar y pescar a los conquistadores, que responderían años después con el exterminio de casi el 95 % de la población indígena norteamericana y la apropiación de los territorios que por antigüedad les pertenecían.